Por Charli.
Las tres veces que atrasó la alarma cinco minutos, el tiempo que pasó eligiendo la ropa, las canciones que sonaron en la ducha, el desayuno improvisado, el bus que no se detuvo, la lluvia, el café que decidió comprar al último minuto… le parecía sorprendente que la suma de todas esas variables les hubieran puesto en la misma fila de ese Castaño en esa particular esquina de esa grande ciudad. No conocía donde vivía, ni los lugares que frecuentaba, había muchas cosas que no sabía, pero era parte del trato. No hicieron señas de reconocerse.